Hoy os traigo una receta que lleva los ingredientes que más me gustan: Chocolate, helado, nata y un toque de granadina ¿quién puede resistirse?
La idea de esta tarta helada surgió un día que había hecho el bizcocho para mi niño, que le encanta comérselo sólo y se me ocurrió ponerle helado...ummm.
Se ha convertido en un postre que tengo que hacerlo muy a menudo, porque no paran de pedírmelo, es muy fácil y rápido de elaborar, además te lo explico paso a paso, como siempre, pero ya verás que no tiene ninguna dificultad y quedarás como un verdadero chef.
¿A quién no les gusta el chocolate? ¿y el helado? después de una rica comida tiene que haber un rico postre y aquí os dejo el ideal.
Para hacer esta tarta helada necesitaremos un molde de aro, pero si no tenéis ( como es mi caso) no hay problema, podéis utilizar una lata, sí, sí, una lata, la abrimos por ambos lados y ya tenemos nuestro aro ¿que os parece la idea?
Dependiendo del ancho que queráis hacer el postre, escogeréis la lata, yo he utilizado una de tomate frito pero podéis utilizar de leche condensada, de leche evaporada, etc.
En el paso a paso os lo explico, ya verás que es súper fácil y que, además, la idea nos sirve para futuros postres.
Con el mismo bizcocho que hemos empleado aquí, puedes hacer la tarta de trufa fresca (chocolate y nata), que, aunque lleva un poco más de elaboración que ésta, merece la pena ¿no te quieres quedar sin probarla no?.
¡A la cocina!
La idea de esta tarta helada surgió un día que había hecho el bizcocho para mi niño, que le encanta comérselo sólo y se me ocurrió ponerle helado...ummm.
Se ha convertido en un postre que tengo que hacerlo muy a menudo, porque no paran de pedírmelo, es muy fácil y rápido de elaborar, además te lo explico paso a paso, como siempre, pero ya verás que no tiene ninguna dificultad y quedarás como un verdadero chef.
¿A quién no les gusta el chocolate? ¿y el helado? después de una rica comida tiene que haber un rico postre y aquí os dejo el ideal.
Para hacer esta tarta helada necesitaremos un molde de aro, pero si no tenéis ( como es mi caso) no hay problema, podéis utilizar una lata, sí, sí, una lata, la abrimos por ambos lados y ya tenemos nuestro aro ¿que os parece la idea?
Dependiendo del ancho que queráis hacer el postre, escogeréis la lata, yo he utilizado una de tomate frito pero podéis utilizar de leche condensada, de leche evaporada, etc.
En el paso a paso os lo explico, ya verás que es súper fácil y que, además, la idea nos sirve para futuros postres.
Con el mismo bizcocho que hemos empleado aquí, puedes hacer la tarta de trufa fresca (chocolate y nata), que, aunque lleva un poco más de elaboración que ésta, merece la pena ¿no te quieres quedar sin probarla no?.
¡A la cocina!
Ingredientes:
- 25 gr. Cacao puro el polvo (yo utilizo marca Valor)
- 200 gr. Azúcar
- 160 gr. Mantequilla ( NO margarina)
- 7 Huevos medianos
- 90 gr. Harina
- 1 Sobre de levadura
- Helado de chocolate
- Helado de vainilla
- Nata
- Granadina líquida
Elaboración:
- Ponemos la mantequilla y el azúcar en un bol y mezclamos bien. Separamos las claras de las yemas y a la mezcla anterior, vamos echando las yemas una a una y mezclamos bien.
- Añadimos el cacao y mezclamos. Tamizamos (pasarla por un colador o tamizador) la harina y la levadura en el mismo bol que la mezcla y mezclamos bastante bien.
- Montamos las claras a punto de nieve y se lo añadimos a la mezcla. Tenemos que tener mucho cuidado a la hora de mezclarlo. Debemos hacerlo con movimientos envolventes suaves para evitar perder la esponjosidad de las claras.
- Precalentamos el horno a 160°. Engrasamos y enharinamos el molde y vertemos suavemente la mezcla. Lo metemos al horno 30 min. Pasado ese tiempo, lo pinchamos con un palillo y si sale limpio está listo, si no, lo dejamos un poco más. Lo dejamos enfriar ( si tenemos prisa, lo podemos meter en la nevera o congelador)
- Ahora cogemos la lata que hemos elegido y la cortamos.
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